Por los recortes sin tregua y las treguas sin sentido.
Por la justícia sorda y la afonía colectiva.
Por la retórica, el populismo, y la mediocridad absurda de los poderes legítimos.
Por nosotros, que fuimos otros cuando no hubo miedo ni suicidios.
Por ti.
O por mí.
Y por éstos, que seguímos cada día riéndole al pesimismo.
Y por éstos, que seguímos cada día riéndole al pesimismo.