Otra caja de zapatos sin zapatos.
Otra excusa para equivocarme.
Otros zapatos de cristal rotos.
Otra ventana para volar.
Otros ojos para pestañear.
Otro nombre por el que llorar.
Otras alas limpias.
Otras palabras para mi puzzle de palabras.
Otra piel que abrazará a mi piel.
Otros motivos para seguir esperando.
Otro presente para resoñar.
Otra operación sin anestesia.
Otra vez aquí, después de vivir allí.
Y otra vez un adiós que, curiosamente, me ha enseñado a crecer y a sentir.
sábado, 7 de enero de 2012
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