Crece.
Calla.
Esconde bien ese par de alas.
Escápate sin huir.
Cuéntate cada noche tu cuento preferido.
Déjate larga un uña (aunque sea solo una).
Busca un sinónimo de la palabra “feliz”.
Llora en voz alta.
Piensa menos rápido.
Dile a tu hermano que a veces le entiendes.
No le pidas tanto al silencio.
Ponte una falda una vez al mes.
No te duermas en cualquier sitio.
Quítate el chaleco antiganas.
Y ríete.
Mucho.
Mejor.
Tanto.
Y cómo te lo exija el alma.
martes, 6 de marzo de 2012
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