viernes, 30 de abril de 2010

Estoy allí

Como las mejores hadas, corro de puntillas por superficies silenciosas. Esas superficies son páginas de libros tintadas con palabras mágicas. Palabras que subrayo con lápiz de punta muy fina, en un intento por convertir mis trazos mal esbozados en líneas rectas. No lo consigo casi nunca, pero tampoco desisto. Sólo los cirujanos son capaces de dominar con precisión los secretos de la piel rectilínea.

Cuando las puntas de mis pies se cansan, me escondo siempre en alguna de las tres últimas páginas. Me desnudo sin hacer ruido y me acomodo en cualquier “jota” mayúscula.
Y apago la luz, sí.
Mientras el peso de las palabras finales pone a prueba mi fortaleza.

sábado, 24 de abril de 2010

Pues no, cabreada no

Estoy por escribir en todas las superficies habidas y por haber que no estoy loca. Y luego no sé si seguir con el estribillo de la canción de Mocedades con la que mi madre me alimentaba de cría, mientras yo no me dejaba alimentar. La cosa quedaría más o menos así: “…no, yo no estoy loca…estuve loca ayer…pero fue por amor…”.

Estoy por comprarme un megáfono y salir a la ventana para gritar que me paren el mundo, que yo me bajo. Que entre tanto mediocre, inmaduro/a, inconsciente, fascista y gilipollas ya sólo tiene sentido escuchar las declaraciones de Guardiola después de cada partido.

Estoy por ponerme a soñar que no sueño. Y luego dormirme. Sin más.

domingo, 18 de abril de 2010

La vida es

Miras las fotos de cuando eras una cría y te parece que eras la niña más preciosa del mundo. Tu madre te lo repito a menudo. Cada vez que dudas. Te miras al espejo y sigues pensando que esa cría preciosa sigue en ti. Cuando sonríes. Y cuando lloras.

Te fumas un cigarro y sueñas con volver a aquel parque en el que corrías feliz junto a tus padres. Pero no puedes. Y te consuelas pensando que has podido ponerle a tus mascotas los nombres que un día pensaste para tus hijas.

Y entonces te das cuenta de algo terrible. De algo que sólo puedes convertir en ficción.

jueves, 15 de abril de 2010

Motivos para dejar que me roben el mes de abril

Plou i fa sol, les bruixes es pentinen.
Compran libros los que no los leen.
Se agotan las rosas con espinas.
Se regala tradición disfrazada de ilusión.
No se celebra Santa Montse sino Santa Montserrat.
En abril enterramos a mi padre.
A mi tío.
A mi abuela.
E incineramos nuestro ánimo.
Abril no es un mes.
Es un nombre que sobrevive como polizonte en el calendario.

sábado, 10 de abril de 2010

Otra vez otra

Otra vez deshacer.
Reinventar.
Hacer que olvidas lo qué te duele cuando te acuerdas.
Otra caja.
Otro espacio para colocar la caja.
Otra pieza de puzzle sin puzzle.
Otro nombre.
Otro alguien que intento explicarte quién no eres. Y otra vez lo consiguió.

jueves, 8 de abril de 2010

Marina

Si es niña se llamará Abril. Con una hache invisible que convertiremos en secreto.
El nuestro será un secreto mudo, como los que esconde Ruiz Zafón “en los áticos del alma”.

domingo, 4 de abril de 2010

Antídoto

Escribo por las noches para respirar mejor por las mañanas. Como si juntar palabras no fuese sólo juntar palabras. Ni contar historias. O intentarlo. Como si la tarea de escribir fuera más objeto que verbo. Más materia que acción. Más almohada que tecleo.
Escribo por las noches para llenar mis pulmones de sueños. De caras. De manos. De gestos. De verdades y mentiras.
De principios y finales que son mucho sin haber sido.