lunes, 14 de febrero de 2011

14 de febrero

Reconozco que no. De sentimental tengo lo mínimo. A veces, incluso menos.
Cuando me hablan de romanticismo me acojo a Poe, que el amor de por sí tiene mucho de vampírico y nada de verbo.

La familia me parece un bien necesario. Los amigos (los pocos, poquísimos que tengo), un acto de fe. Y del resto de sentimientos, sé mal. La sensibilidad y la ironía cotizan a la alza pero digámoslo, son los ingredientes básicos de un buen número de platos fríos.

Si me dicen que caí, lloro por dentro. Como los grifos cerrados, los pantanos deficientes y las cuerdas de las guitarras. La realidad me duele. La verdad me oxida. Y si tú me dices ven, hasta puedo salir corriendo.

Sirva esta declaración de inicios para manifestar mi admiración por los que saben llorar con los ojos muy abiertos. Por los que desechan Kleenex a golpe de miserias. Por las que se les corre el rimel, y por todos aquellos que se dejan las pestañas cortas.

Reconozco que sí. Yo quisiera reir…como llora Chavela.

1 comentario:

  1. Me encanta. Pero eso de que no eres sentimental, no sé, no sé. :-)

    Gracias por regalar tus pensamientos.

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